Entre letras y silencio

Nuevos vecinos, Nuevos caos CAPITULO 3 Transcurrieron un par de horas y Dilan se dirigía al patio de la casa a tomar un poco de aire fresco, bueno, eso era lo que trataba. —No está de más tomar un poco de sol ocasionalmente, después de todo esto ya estoy casi pálido de tanto estar encerrado—dijo Dilan mientras veía su mano alzada al nivel de sus ojos, al mismo tiempo que logro ver al otro lado de la calle estaba llegando un camión de mudanzas. —Pobre familia... No sabe la clase de vecinos que les están tocando... — susurró Dilan riendo momentáneamente, viendo como poco a poco bajaba sus futuros vecinos, había un señor corpulento, la barba de días sombreaba su rostro, una mujer bajó del auto después de él, irradiaba luz y la sonrisa no se desdibujaba, era alta como el señor, conversaban de algo que Dilan no llegaba a oír. La última persona que se bajó llamó por completo su atención, era una chica un poco más baja que él, llevaba su cabello sobre sus hombros, castaño

Mi vida es un poco irónica, escribo de amor pero nunca he tenido a alguien que me ame Las doce y sigo despierto La una y todavía te pienso Las dos y sigo escribiendo  Las cuatro y hay silencio Las cinco y te deseo Las seis y sale el sol Debería estar despertando Pero ahora es que me voy acostando Extraño a quien no me extraña y pienso en quien no me piensa Escribo poemas donde ella es el motivo, y siendo ella el motivo ni los lee Otra noche más, se repite lo anterior Desde las doce despierto, palpita mi corazón Y tú eres la causa, la causante de mi pasión Pueden ser las cuatro o las seis Las dos o la uno, no importa Siempre me encontraras pensando en ti Lee poemas, escritos, frases y aprecia el arte en mi blog personal:  Escribiendo...99%

IX ¡Míralo! Me acaricia el mundo con unos simples dedos haciendo florecer rosas rojas por toda mi piel, le encanta subir el volumen de besos cuando la   noche cae a eso de las tres. Domina laberintos de abrazos si le retas a que se aleje, como si no supiera que mientras más se acerca, más sé quién soy, más poesía nos hacemos. Empieza a tiritar rimas incompletas buscando mi risa para apaciguar su manía de observar mis labios dibujando una 'u' gigante que lleva su nombre. Me toma de la mano, acariciando el pulgar... y el corazón,   cicatriza mis tristezas y pone en banca rota mis llantos; no es un tren que arranca cada una hora, es una estación que me inspira a quedarme... Me pega a su cintura y me susurra al oído que le acompañe a bailar el tango del amor, coloca mi cuerpo en su pecho, y sé, al sentirlo, que sobran las teclas de piano y echo de menos sus dedos. Me besa como quien quiere arrancar la piel y el alma, sabe dejar estallidos de burbujas que

Entre muros inamovibles sepulté mi yo real. Muros que construí para evitar la verdad, sus materiales fueron las críticas y la intolerancia de la sociedad; materiales no indestructibles, pero sí difíciles de esquivar. Me he ocultado tantas veces como son posibles de imaginar, como una indefensa liebre de un ávido y hambriento zorro; de una u otra manera, tarde o temprano, la va a devorar. Te invito a que junto a mí, dejes las mentiras atrás. Es ahora o nunca; revela tu identidad. Prometo que entre todos nos podemos ayudar. Aunque carecemos de valentía, merecemos buena compañía. Todos necesitamos amor, sin importar nuestro color, orientación sexual o manera de pensar.