Punto de Extracción #3
Nuevos vecinos, Nuevos caos
CAPITULO
3
Transcurrieron un par de horas y Dilan se dirigía al
patio de la casa a tomar un poco de aire fresco, bueno, eso era lo que trataba.
—No está de más tomar un poco de sol ocasionalmente,
después de todo esto ya estoy casi pálido de tanto estar encerrado—dijo Dilan
mientras veía su mano alzada al nivel de sus ojos, al mismo tiempo que logro
ver al otro lado de la calle estaba llegando un camión de mudanzas.
—Pobre familia... No sabe la clase de vecinos que les
están tocando... — susurró Dilan riendo momentáneamente, viendo como poco a
poco bajaba sus futuros vecinos, había un señor corpulento, la barba de días
sombreaba su rostro, una mujer bajó del auto después de él, irradiaba luz y la
sonrisa no se desdibujaba, era alta como el señor, conversaban de algo que
Dilan no llegaba a oír. La última persona que se bajó llamó por completo su
atención, era una chica un poco más baja que él, llevaba su cabello sobre sus
hombros, castaño, por un instante, como si la vida lo hubiese elegido, sus
miradas se encontraron, la curiosidad y el desconcierto danzaban entre los dos.
La chica lo señaló y los que suponía que eran sus padres,
lo miraron y comenzaron a hacerle señas para que se acercara, el temor, los
nervios y el desconcierto lo invadieron, poco a poco, se fue acercando, no
sabía si haber salido de aquella casa había sido una señal, no sabía si
acercarse era una buena idea, en su mayoría, las decisiones que tomaba estaban
lejos de ser buenas, siempre terminaba mal.
Llegó a una
distancia prudente para verles de cerca la cara de aquellas tres personas, todos
lo veían con curiosidad, miró alrededor para quitar aquellos sentimientos que
lo consumían.
— ¿Quieres ganarte
un dinerillo extra? —preguntó el señor con entusiasmo.
— ¿Cariño, que clase de presentación es esa? —amonestó la
mujer a su lado—Discúlpalo, es un tonto—ella se acercó a Dilan y le ofreció su
mano, que miró con escepticismo pero que finalmente aceptó—Soy Anne, mi esposo
Andrew y mi hija, Clhoe—la chica se acercó a su madre y miró a Dilan fijamente
como si mirase mas allá de sus ojos, su alma destrozada, desvió la mirada.
—Soy Dilan—dijo viendo a Anne y a Andrew.
— ¿Quieres ayudarnos con nuestros equipajes? —preguntó
esta vez Clhoe, su voz era suave y cantarina
— Por supuesto—con un poco de seriedad respondió Dilan,
haciendo saber su educación.
—Bien, pues sígueme para que conozcas nuestro equipaje—respondió
rápidamente Andrew mientras sonreía agradecido de alguna manera.
Clhoe volvió a disparar nuevamente su mirada a Dilan como
un escáner mientras el se dirigía hacia el camión con su padre, aunque luego
distraída por su madre que le invitaba a pasar a llamar y solicitar una pizza
para ellos y su nuevo amiguito, pues apenas están llegando y a menos que le
vayan a invitar cartón en leña y agua es lo que les queda por hacer.
El tiempo para Dilan pasa en un abrir y cerrar de ojos,
no obstante exhausto por todos los equipajes y cajas que ayudo a ingresar a la
casa de sus nuevos vecinos le abrieron una oportunidad... Un lugar en la mesa y
una conversación diferente a la que estaba acostumbrado, por un momento pensó
que estaba soñando.
Dentro de toda la conversación preguntas básicas como ¿Donde
están tus padres? y ¿A qué dedicas tu tiempo libre? quedaron sin respuesta por
parte de Dilan. En la mesa sin dar a tiempo al
silencio de invadir la sala la familia conversa de todo un poco, desde la casa
hasta el vecindario y el aire fresco que los arboles y la montaña les
proporcionaran ahí en su nuevo hogar, inmediatamente agregando los proyectos
que tienen en mente para mejorar aun mas ese entorno.
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