Ficticio.

Quise hablar de ti.
Contarle a todos lo que habíamos vivido juntos: lo que reímos, hablamos, compartimos, lloramos y disfrutamos.

Quise contar nuestra historia con cada uno de sus altibajos.
Contar lo mucho que nos quisimos, las locuras que hicimos, nuestras salidas y aquello que hacíamos a escondidas.

Quise describirte y enumerar cada uno de los rasgos que me enamoraban de ti.
Describir el sonido de tu risa, lo chiquitos que se ponían tus ojos cuando sonreías, el color de tu piel y los lunares que decoraban algunos de sus centímetros, el brillo de tus ojos cuando hablabas de las cosas que amabas, tu tono de voz, tu forma de caminar y cada una de las tonterías que decías.

Quise contar cada detalle y sensación.
Escribir sobre nosotros y sobre cada segundo que logramos atesorar y desperdiciar juntos.

Quise escribir muchas cosas, es cierto, pero lo único que me detenía era que no sabía quién eras, dónde estabas o cuándo pensabas aparecer.

Blog personal: Nuestras hojas amarillas.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Pensemos BIEN.

Cuatro de septiembre

Irónica monotonía