No hace falta
No hace falta que
te acerques para hacer revolución en mi pecho,
ni mis ojos
necesitan observarte para armar un cosquilleo por todo el cuerpo, desde que has
llegado me han sobrado los otoños, que esperan ser inviernos para que corras y
me abraces.
No necesito una
brújula que me conduzca a ti, ya te tengo en las entrañas, recorriendo cada
espacio a medio talle de amores sin
buena arquitectura, no hace falta que te diga que han dejado hecho un caos este
templo, porque tú no solo llegas y arrastras los miedos, tú haces de mí un
montón de letras y me lees al oído lo que tú dices que es “lo mejor de mí”.
Tú no eres de
mención, ni etiqueta, porque esas cosas no caben en tu pecho… es que tú pisas
la tierra y nos haces a muchos, subir al cielo.
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